domingo, 2 de febrero de 2014

Gestión de la información del alumnado

INFOXICACIÓN desde el punto de vista docente y de la salud traducido como síndrome de fatiga por la información.

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El paso del tiempo nos ha hecho evolucionar hace nuevas formas de trabajo en el aula, de manera colaborativa entre distintos centros o entre una par de clases dentro del mismo colegio.
Los distintos conocimientos o creaciones siempre quedaban almacenados en el armario de clase al que solo podían acceder compañeros de ciclo; o almacenados en la mesa del profesor consiguiendo así una enorme montaña de papeles que cada curso costaba encontrar para editar y poner en marcha con la nueva clase. Parte de esta información, queda guardada en carpetas de PC o correo electrónico.
Es la llamada Web 1.0.


Hoy en día, está de moda colaborar y compartir todo aquel material que se va creando para difundir tu trabajo. De esta manera, tus propias creaciones pueden ser importantes para otro lector, modificarlas conjuntamente o elaborando un material nuevo de manera colaborativa entre varias clases. 
Existen varias herramientas para la colaboración usando tan solo una herramienta web como pueden ser: 

Google Drive, para compartir presentaciones de texto, diapositivas, cuestionarios, hojas de cálculo, fotos... de manera que se pueden ir elaborando de manera colaborativa, conjunta o compartirlas entre varios usuarios para ir aumentando su contenido. Especialmente válido para compartir documentos colaborativos con compañeros de trabajo o para crear trabajos o contenidos entre varios alumnos. Muy efectivo.



Symbaloo, escritorio personalizado con las páginas de interés que cada usuario visita habitualmente sin necesidad de escribir la URL o buscar en favoritos. Muy adecuado para gestionar y organizar las herramientas que se usan en el aula con el alumnado, tanto en tablets como en PC. Evitamos con ello las búsquedas en Google y la indagación por páginas desconocidas haciendo efectivo el tiempo. 



Webnode, herramienta para la creación de páginas Web, de manera individual o colaborativa con un fin único, hacer visible un trabajo o contenido escolar o laboral. En clase es de gran utilidad para reflejar trabajos realizados de manera más atractiva que un libro de texto habitual. 



Pinterest, página donde puedes ir creando todo tipo de tableros para almacenar páginas web, blogs, imágenes, etc. de manera que quedan organizadas todas las URL por temáticas (en tableros). En clase es usado para almacenar sus trabajos realizados, creaciones artísticas como portfolio. 


Dropbox, espacio virtual para almacenar todo tipo de documentos, compartirlos, editarlos y volver a subirlos. Si decides instalarlo en tu PC o tablet, al modificar un documento compartido cualquiera de los usuarios adscritos, momentáneamente avisa del cambio. Le doy más utilidad a su funcionalidad para docentes. Una cuenta para clase, puede ser útil para intercambiar documentos o imágenes con un mayor volumen de peso. 


Con todas estas herramientas puedo tener una clasificación de documentos o compartirlos en red, pero la que realmente me ayudará a colocar de manera ordenada las nuevas herramientas 2.0 o páginas Web, será sin duda Symbaloo. 

Con todo esto queda claro que pasamos a una nueva forma de trabajar, compartir y colaborar entre varios docentes o alumnos, es la llamada Web 2.0



Estamos expuestos a una infoxicación permanente que nos hace acelerar la selección de herramientas para el uso adecuado dentro del aula. Varios filtros son los que debemos poner en marcha para hacer uso de las más adecuadas o sencillas para los más pequeños. Mis filtros para aquellas herramientas a usar con los más pequeños deben ser aquellos que:
  • no incluyan publicidad a otras páginas.
  • Sean de fácil manejo, intuitivos.
  • Los resultados sean vistosos, novedosos y distintos a los tradicionales. 
  • No requiera nada más allá de un registro vía mail. 
  • ofrezcan trabajar de manera colaborativa entre varios PCs conectados. 
Uno de los filtros principales, una vez hecho el anterior, es el que el alumno escoja aquella herramienta de entre todas las presentadas, la que le resulte más atractiva, vistosa o sencilla. Ellos van a ser los auténticos protagonistas en el manejo de ellas.



En conclusión: 
Con este bombardeo de información, es el adulto el que debe seleccionar y con buen criterio, las herramientas a usar en el aula dejando a un lado la indagación infantil en manos de ellos. Ante un abanico de recursos, los menores pueden elegir el que mejor se ajuste a su criterio para un fin concreto.
Nada más que hablar, que debemos recoger todas aquellas propuestas que ellos mismos traen a clase y muchas de las veces son más válidas que las propuestas por el adulto.
Con el tiempo, hay que trabajar el desecho de herramientas usadas hasta el momento y dar paso a las nuevas que garantizarán la motivación de los más pequeños.  
Es posible sobrevivir a esta infoxicación aplicando aquellos filtros que se ajusten a tus necesidades y descartando aquellas informaciones que se quedan anticuadas u obsoletas al llegar nuevas ofertas. 

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